viernes, 7 de marzo de 2025

Mi amparo y mi refugio

 

 Domingo del Tiempo Ordinario

Lema del mes: «Nos das la feliz esperanza de arrepentirnos» (Cf. Sab 12,19)





 Caminas conmigo, Señor
en todo momento
aun cuando recorro
las vías del dolor.
 
Tu siempre estás conmigo, mi Dios
a pesar de mi fragilidad
de que a veces erro en el camino
y me aparto de tus sendas
no me abandonas a mi suerte
y me rescatas en mi error.
 
Eres tú, mi amparo
y mi refugio, en mi desierto
a quien yo acudo en mi aflicción.
Es tu amor, mi pan y mi sustento
mi fuerza y mi alimento
tu misericordia es mi aliento
en mi dolor.
Es a ti, a quien adoro
a pesar de que yo soy un pecador
y en mi debilidad
puedo caer en la tentación.
 
Tu misericordia es mi fortaleza cada día
para recorrer con esperanza
el tumultuoso
sendero de la vida, mi Señor
pues nadie que cree en ti
a pesar de recorrer
 la senda oscura
quedará defraudado.



                                                                                                   


Quizás te pueda interesar: Las Obras de Misericordia Corporales, Expresión del Amor de Dios

Lectura del Libro del Deuteronomio 26,4-10 


 Dijo Moisés al pueblo: — «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: “Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. 

 Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos.

 Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado.” Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios».

 Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 90,1-2.10-11.12-13.14-15 
 R/. Está conmigo, Señor, en la tribulación. 


 Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.» R/.

 No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. R/. 

 Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. R/.

 «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré.» R/. 



 Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 10,8-13 


 Hermanos: La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón.» Se refiere a la palabra de la fe que les anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» 

Palabra de Dios.


Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 4,1-13


 En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: —«Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan».  Jesús le contestó: —«Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”».

 Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: —«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.» Jesús le contestó: —«Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».

 Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: —«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”.» Jesús le contestó: —«Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.» Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

 Palabra del Señor.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Al encuentro del Amor"

"Al encuentro del Amor"
Novela literaria, de mi puño y letra. Elaborada para el deleite de quienes les apasiona la lectura. Para pedidos contáctame por esta vía o a través del correo: jimenez.juanpablo19@gmail.com