sábado, 7 de diciembre de 2024

Pregón de esperanza

II Domingo de Adviento  

Lema del mes:  Venga tu Reino



Imagen: Fuente externa.
Crédito a quienes corresponda



 Pregón de esperanza

Pueblo de Dios, hoy te proclamo esperanza, 
en medio del desierto de esta época
sumida en el individualismo
carcomida por el dolor, la guerra y la violencia.


Pueblo de Dios, hoy te anuncio esperanza, 
preparemos unidos el camino del Señor
para que el vestido de luto y aflicción 
sea sustituido por el de la alegría que da el amor del Señor
para que te cubra el manto de la justicia,
 y te defienda del frío de la indiferencia el abrigo de la fe.

 

Y seremos un pueblo de profetas
y seremos todos anunciadores de su gracia
y lucharemos unidos por la justicia social
así nos dará Dios un nombre nuevo, para siempre.
Nos llamaremos: «Paz en la justicia»
Nos conocerán, hasta quienes no creen
como «Gloria en la piedad».


Pueblo de Dios
con humildad te pregono
que nuestro himno proclamará
«El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres»
Y los incrédulos expresarán: «Dios ha estado grande con ellos»
pues el hijo de la Virgen nace en sus corazones.

Amado pueblo peregrino,
abracémonos a la esperanza del amor divino,
y vivamos unidos la luz de este Adviento,
recorriendo el sendero alegre de la conversión,
para que nuestra oración haga presente
el Reino de Dios en nuestro peregrinar.


                                                                                                         


Lectura del Libro de Baruc 5,1-9 

 Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y viste las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria perpetua, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad». Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Espíritu, gozosos, porque Dios se acuerda de ti. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real.

Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios. Ha mandado al bosque y a los árboles fragantes hacer sombra a Israel. Porque Dios guiará a Israel entre fiestas, a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia. 

Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6.

 R / El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. 

 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar; la boca se nos llenaba de risas, la lengua entre cantares. R/. 

 Hasta los gentiles decían: “El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/.

 Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas, cosecharán entre cantares. R/.

 Al ir, iban llorando, llevando la semilla, al volver, vuelven cantando trayendo sus gavillas. R/


Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 1, 4-6. 8-11 

 Hermanos: Siempre que rezo por todos ustedes, lo hago con gran alegría. Porque han sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy. Ésta es nuestra confianza: que el que ha inaugurado entre ustedes una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús. 

 Testigo me es Dios de lo entrañablemente que los quiero, en Cristo Jesús. Y esta es mi oración: que su comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegarán al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

 Palabra de Dios.

 Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 3, 1-6 

 En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la Palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. 

 Y recorrió toda la comarca el Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios». 

Palabra del Señor

(Lecturas tomadas de la Guia Mensual de la Conferencia del Episcopado Dominicano)

                                                                                                         


Sermón de Montesinos 

 

Para daros a conocer estas verdades me he subido aquí yo, que soy la voz de Cristo en el desierto de esta isla. Y, por tanto, conviene que con atención no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual voz os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oír.

Esta voz os dice que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes.

Decid: ¿Con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes, que estaban en sus tierras mansas y pacíficas donde tan infinitas de ellas, con muerte y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades en que, de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día? Y ¿qué cuidado tenéis de quien los adoctrine y que conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos?

¿Éstos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto que en el estado en que estáis no os podéis más salvar que los que carecen y no quieren la fe de Jesucristo.

 

Fr. Antón de Montesino O.P.


(Fuente: www.dominicos.org/)


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"Al encuentro del Amor"

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Novela literaria, de mi puño y letra. Elaborada para el deleite de quienes les apasiona la lectura. Para pedidos contáctame por esta vía o a través del correo: jimenez.juanpablo19@gmail.com