Vienes a mi
Abres tu mano, Señor
al ver mi necesidad...
(cualquiera que sea).
Escuchas mis súplicas
y te dignas a librarme, vienes de prisa a socorrerme.
Vienes a mi
al clamor de mi necesidad,
vienes a mi;
a saciar mi sed, y mi hambre de ti
Tú vienes, tú sales a encontrarme...
vienes a socorrerme.
Oigo tu voz, Señor
invitándome a saciar mi sed...
Te oigo clamar: "¡misericordia!"
Por eso una alianza perpetua
contigo sellaré,
por el honor de tu nombre
nada podrá apartarme,
nunca de tu amor...
Ni la tristeza, ni la depresión,
ni el dolor; son más grandes
que tu piedad, que tu compasión.
Vienes a mi...
abres tu mano, Señor...
me das el pan que da vida...
y sacias mi hambre de amor... de ti.
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