Llaves del Reino
El Reino no da frutos solo,
germina en secreto, pero
necesita de manos humanas
pues la semilla debe ser echada
el simiente se tiene que esparcir.
El Reino no se comunica solo
debe anunciarse
requiere ser proclamado
por eso envía anunciadores, profetas, curas de alma, pastores.
El Reino de Dios ya está aquí
el eterno habita entre nosotros.
Su Reinado se manifiesta
en sus siervos, en su pueblo, en su Iglesia.
Se edifica sobre roca... se nos da.
El reino no se extiende solo
ni la fe, ni el amor
subsisten en solitario
es necesario el encuentro
con el prójimo
(la vivencia compartida)
para poder encontrarse con Dios.
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