Crónicas del primer Día del Señor
Por: Juan Pablo Jiménez
Se detiene el descanso Silencio.
Inquietud.
Solemnes sollozos Victoria.
Almas acongojadas
rumbo al sepulcro
a embalsamar al amado.
¡La piedra está rodada!
(Proclama Magdalena
entre lágrimas).
Ante ellas se dispone
a explicar el mensajero:
"mira que no está aquí".
La apóstol de los apóstoles
intranquila le escucha decir:
- "¡La tumba está vacía!"-
Le anuncia el ángel,
su voz insistente pregona:
-"No está aquí,
¡El Señor Resucitó!"-
Su amor demolió la muerte
su gracia nos alcanzó la libertad.
Corren.
El anuncio se hace apremiante
¡La tumba está vacía!
¡Oh dulce alegría del alma!
¡El Amor está vivo,
Mi Señor Resucitó!
Inquietud. Prisa
Pedro y Juan llegan al sepulcro
las vendas en el suelo anuncian
Él ha vencido la muerte
ya venció el dolor.
Nos espera en Galilea,
retorna al origen
al lugar donde nos llamó.
¡Él ha cumplido su promesa,
en verdad resucitó!
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