viernes, 4 de abril de 2025

Versos a la renovación del mísero

 

V Domingo de Cuaresma
Lema del Mes: “Renacidos para una esperanza viva, por la Resurrección” (Cf. Sab 12,19)






 

Me renueva, tu amor me renueva.

Haces nuevo todo mi ser con tu perdón.

 

Brota en mi alma la esperanza

cuando haces resplandecer

la luz de tu misericordia

ante mí que solo soy un pecador.

 

Es en tu amor que se alegra mi corazón

tu compasión ha sido grande conmigo

a pesar de mi pecado, tú me transmites tu bondad

es que tu piedad ha sido inmensa conmigo

miraste mis flaquezas y al conocer mi debilidad

te has postrado junto a mí, en el suelo de mis miserias

y has escrito tu amor en lo más profundo de mi ser.


                                                                                      

 

Lectura del Libro de Isaías 43,16-21

 Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, tropa con sus valientes: caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue. «No recuerden lo de antaño, no piensen en lo antiguo; miren que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notan? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo. Me glorificarán las bestias salvajes, chacales y avestruces, porque ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo, de mi escogido, el pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza».

Palabra de Dios.

 

 Salmo Responsorial: 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6
 R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R/.

 Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.» El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/.

 Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los

que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo

sus gavillas. R/.

 

Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 3,8-14

 Hermanos: Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía -la de la ley-, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe, para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con la esperanza de llegar a la resurrección de entre los muertos. No es que ya haya conseguido el premio; yo sigo corriendo. Y aunque poseo el premio porque Cristo Jesús me lo ha entregado, hermanos, yo a mí mismo me considero como si no hubiera conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

 

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 8,1-11

 En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.

 Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.

 

Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio de pie.

Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

Palabra del Señor


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"Al encuentro del Amor"

"Al encuentro del Amor"
Novela literaria, de mi puño y letra. Elaborada para el deleite de quienes les apasiona la lectura. Para pedidos contáctame por esta vía o a través del correo: jimenez.juanpablo19@gmail.com