VI Domingo del Tiempo Ordinario
Lema del mes: «El amor es paciente»
Mi Señor,
me llenas de la dicha de tu amor
por eso en ti confío,
porque siempre estás conmigo
pese a que sólo soy un pecador.
de la dicha de tu bondad
a pesar de mi miseria
en medio de mi pobreza
tu amor es mi paz
tu amistad es mi esperanza
y tu cercanía me llena de felicidad.
si en ti no busco mi consuelo
ay de mí, mi Dios
si me sacia la avaricia
y no me dejo llenar
de la abundancia
de tu amor
y de acudir a ti,
confiadamente, en mi oración.
Por eso busco
a pesar de mis pesares
hacer florecer en mi ser
la fe, la esperanza y el amor.
Lectura del Libro de Jeremías 17,5-8
Así dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y en la carne
busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la
estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e
inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza.
Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces;
cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía
no se inquieta, no deja de dar fruto.»
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 1,1-2.3.4 y 6
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la
senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos, sino que
su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el
Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba
mal. R/
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15,12.16-20
Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos,
¿cómo es que decía alguno que los muertos no resucitan? Si los muertos no
resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, su fe
no tiene sentido, sigan con sus pecados; y los que murieron con Cristo, se
han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos:
el primero de todos.
Palabra de Dios
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 6,17.20-26
En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano,
con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea,
de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia
sus discípulos, les dijo:
«Dichosos los pobres, porque suyo es el reino de Dios.
Dichosos los que ahora tienen hambre, porque quedarán saciados.
Dichosos los que ahora lloran, porque reirán.
Dichosos ustedes, cuando los odien los hombres, y los excluyan, y los
insulten, y proscriban su nombre como infame, por causa del Hijo del hombre.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en
el cielo. Eso es lo que hacían sus padres con los profetas.
Pero ¡ay de ustedes, los ricos!, porque ya tienen su consuelo.
¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados!, porque tendrán hambre.
¡Ay de los que ahora ríen!, porque harán duelo y llorarán.
¡Ay si todo el mundo habla bien de ustedes! Eso es lo que hacían sus
padres con los falsos profetas.»
Palabra del Señor.