Cae la tarde
Cae la tarde y callo.
Busca al silencio mi alma;
anhela quietud mi ser.
Cae la tarde y callo:
me atrae el deseo de la calma
pues amo el palpitar
de su recuerdo.
Ese vaivén de mi memoria
que siempre me retorna
hacia ella, (a su paz).
¡Cuanto anhelar
el susurro del viento
que inspira al corazón de tardecita!
¡Cuanto desear al silencio
que conduce a la tranquilidad!
El caer de la tarde
es sinónimo de consuelo.
Cae la tarde y te pienso
hacemos silencio, callo
cae la tarde y haces silencio tú...
Mientras yo te encuentro
en un trozo de poesía
en un sorbo de café
que comparto con la brisa
para sumergirme en tu recuerdo.
Ella va cayendo,
suave,
tierna. Sin prisa;
en versos.
Callando, consumiendo la nostalgia,
mientras la constancia de pensarte
hace eco en mis adentros.
Cae la tarde y yo callo
el mundo no, mi corazón no
los escándalos del alrededor no...
ni mi interior. Él habla de ti
Mi voz es que hace silencio.
Mi mente vuela
crea encuentros contigo
entre letras. En mi ser.
Mientras yo esté
echándole de menos... Mi quietud.
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